Aunque Praga es probablemente la ciudad más popular de toda la República Checa no es la única. La República Checa cuenta con una gran tradición artística y cultural, y ha sido cuna de ilustres escritores, pintores y arquitectos, como Franz Kafka. Un amplio número de ciudades y monumentos, maravillosos castillos, auténticas ciudades medievales y fantásticos balnearios forman parte de su gran Patrimonio Cultural de la UNESCO. Además, el país cuenta con una gran tradición cervecera que se puede vivir muy de cerca en cada una de sus ciudades.
Su capital, Praga, cuenta con una gran fama mundial y es visitada cada año por millones de turistas. El Castillo de Praga, el Puente de Carlos, el Barrio y el Cementerio Judíos, la Plaza de la Ciudad Vieja y el Reloj Astronómico son algunos de los imprescindibles. Kutna Hora, principal rival de Praga en el pasado, posee una de las atracciones turísticas más inquietantes de todo el país: la capilla de Kostnice, formada por más de 40.000 esqueletos humanos. Brno es la segunda ciudad más importante del país, donde cabe destacar la Fortaleza Spilberk. Los balnearios también son muy populares, sobre todo las de Karlovy Vary y Teplice, que ya eran visitadas en la antiguedad por grandes personajes ilustres como Beethoven, Goethe o Pedro el Grande. La cultura de la cerveza está especialmente presente en ciudades como Pilsen, donde se encuentra la fábrica de la cerveza Pilsner Urquell, o Ceske Budejovice, de donde proviene la famosa por la cerveza Budweiser Budvár.
Su situación estratégica dentro de Europa, hace que sea especialmente fácil llegar hasta la República Checa en ómnibus. Muchas empresas como Eurolines Czech Republic, FlixBus o STUDENT AGENCY, ofrecen servicios diarios, tanto nacionales como internacionales.